miércoles, noviembre 28, 2007
sábado, noviembre 17, 2007
sábado, noviembre 03, 2007
Resumen viaje a Islandia
Esto es lo que, a modo de resumen, Nacho envió a la prensa (de momento salimos en el Levante del pasado lunes 28/10).
PERDIDOS EN ISLANDIA
(JORGE SOS, CARLOS PITARCH, NACHO BESALDUCH)
Buscábamos aventura, y la encontramos. Aunque para ello hayamos tenido que viajar a un país al borde del círculo polar ártico y recorrerlo sobre dos ruedas; un país del cual volvimos enamorados después de todo lo vivido…..Islandia!!!
Agua, tierra, aire, fuego…en Islandia se funden los 4 elementos básicos de la naturaleza según la filosofía de la Grecia antigua. Y es esa naturaleza tan salvaje y la amplitud de sus paisajes lo que te hace sentir tan insignificante.
Como bien relató un amigo, la experiencia te permite recuperar el espíritu de viajeros aventureros que recorren el mundo, ya sea a pie o en bicicleta, abandonando “lo establecido”, huyendo de la pulsera y el “todo incluido” con todas sus comodidades, pero a la vez ataduras para vivir de cerca el contacto con la naturaleza. Y la experiencia de haber podido sentir, oler, sudar, pedalear, sufrir, admirar y disfrutar un país tan espectacular y vivo como Islandia no ha hecho más que corroborar lo dicho anteriormente.
El reto que nos habíamos marcado se cumplió y logramos dar la vuelta en bici a la isla en 16 jornadas sin descanso, unos 90 km. diarios de media y con más de 20 kg. entre bici y alforjas para un total de 1.443 km.!!! En un país con unos paisajes espectaculares y pedaleando entre glaciares, ríos, cascadas impresionantes, volcanes, montañas nevadas, desiertos, auroras boreales, icebergs y muchas ovejas… Tuvimos de todo: lluvia, frío (algunas nochecitas bajo cero y durmiendo en camping con tienda) y sobre todo lo que más nos perjudicó: EL VIENTO!!! En Islandia siempre sopla el viento, bien podría llamarse “windland” (y no precisamente poniente, sino un fresquito polar que te corta la cara), cuando te da de frente es imposible avanzar, y nunca nos dio a favor. Hay que estar preparado psicológicamente para enfrentarse a él con la bici a todas horas. El clima nunca nos dejó disfrutar al máximo (aunque ahora no nos acordemos de los malos momentos); es muy inestable, te cambia en cuestión de minutos (los locales dicen que si no te gusta este tiempo espera 15 minutos y empeorará…). Recomendable aprovechar cualquier momento que se pueda para hacer una foto porque dada esta climatología no se repetirá. Se pueden dar las 4 estaciones en cosa de media hora, imposible predecirlo. El hombre del tiempo lo tiene difícil. Pero ante tanta adversidad siempre hemos tenido la recompensa de estar rodeados de la naturaleza más pura que jamás he visto, en un país en el que el impacto humano todavía no ha llegado. Contemplar tan a diario la belleza de sus paisajes puede hacer que te “malacostumbres” y que puedas perder la capacidad de impresionarte, pero no fue así en nuestro caso. No había día que no nos quedásemos atónitos con alguna imagen y que aún hoy seguro conservamos los tres en nuestras retinas. País donde todo es carísimo, junto con Suiza y Noruega el más caro de Europa, y a buen seguro de los más caros del mundo. Posee la 5ª renta per cápita más alta del mundo y la esperanza de vida es también de las más altas del planeta. Pero gracias a nuestro medio de locomoción, ecológico y barato, pudimos ahorrar algo de dinero durante las casi tres semanas allí.
Tuvimos la suerte, aunque por poco, de no pasar ninguna noche al raso, ante la imposibilidad a veces de montar las tiendas debido a la lluvia y al viento, y sin tener cerca ningún techo, hostal o cobertizo donde poder tirar los sacos unas horas. Moralmente te puedes venir abajo estando con el cuerpo entumecido del agua y del frío.
Incluso en alguna ocasión pudimos aprovecharnos y constatar la amabilidad y hospitalidad extremas de los islandeses, todo un ejemplo.
Islandia es un país de contrastes y con muchas peculiaridades. Carece de industrias, por lo que carece de polución. Incluso en los puestos de souvenirs venden aire enlatado, queriendo mostrar así a los visitantes la pureza de su atmósfera y el orgullo que sienten por ello. Las únicas chimeneas son las de las centrales geotérmicas, extendidas por todo el país, y que sueltan humo blanco que no es más que vapor de agua.
Su potencial turístico es descomunal, y gracias a su climatología está a salvo de la masificación. A lo que es hoy su capital, Reykjavík, llegaron los primeros vikingos en la antigüedad. Es la capital más septentrional del mundo, y en ella celebramos con unas cervezas el último día la consecución de nuestra particular gesta, después de tantas jornadas de camping gas a base de pasta, sopitas, barritas, chocolatinas y muchos capuccinos, nuestros mejores aliados contra el frío. Reykjavík tiene las 2/3 partes (unos 180.000 habitantes) de la población total de la isla, lo que demuestra el alto nivel de despoblación fuera de los pocos núcleos urbanos.
Además, el parlamento islandés, fundado en el año 930 d.C., es el más antiguo del mundo. Algunos detalles más: en julio nunca se hace de noche (nosotros viajamos en agosto), apenas hay árboles en toda la isla, el agua es potable en todos los sitios y a menudo sale caliente de los grifos (procedencia volcánica), el ganado (ovejas y caballos) está suelto por todas partes, el nivel de vida es muy alto y casi todo es importado. El 98% de la población es de origen celtico-noruego.
La actividad geotérmica y volcánica es muy alta en toda la isla, lo que hace de Islandia una verdadera olla a presión a punto de estallar en cualquier momento, con algunos volcanes aún activos. Posee el glaciar más grande de Europa, el Vatnajökull, y a través de ella cruza la línea de separación de las placas tectónicas de Europa y América.
En definitiva, fue un viaje para no olvidar y que nos permitió conocer a base de pedal el país. A los interesados os recomiendo la experiencia y que visitéis este inhóspito, gélido y bonito país, que mejor llamarlo “NICELAND”.
Jorge, Carlos y Nacho. ISLANDIA EN BICI - 13-31 AGOSTO DE 2007
PERDIDOS EN ISLANDIA
(JORGE SOS, CARLOS PITARCH, NACHO BESALDUCH)
Buscábamos aventura, y la encontramos. Aunque para ello hayamos tenido que viajar a un país al borde del círculo polar ártico y recorrerlo sobre dos ruedas; un país del cual volvimos enamorados después de todo lo vivido…..Islandia!!!
Agua, tierra, aire, fuego…en Islandia se funden los 4 elementos básicos de la naturaleza según la filosofía de la Grecia antigua. Y es esa naturaleza tan salvaje y la amplitud de sus paisajes lo que te hace sentir tan insignificante.
Como bien relató un amigo, la experiencia te permite recuperar el espíritu de viajeros aventureros que recorren el mundo, ya sea a pie o en bicicleta, abandonando “lo establecido”, huyendo de la pulsera y el “todo incluido” con todas sus comodidades, pero a la vez ataduras para vivir de cerca el contacto con la naturaleza. Y la experiencia de haber podido sentir, oler, sudar, pedalear, sufrir, admirar y disfrutar un país tan espectacular y vivo como Islandia no ha hecho más que corroborar lo dicho anteriormente.
El reto que nos habíamos marcado se cumplió y logramos dar la vuelta en bici a la isla en 16 jornadas sin descanso, unos 90 km. diarios de media y con más de 20 kg. entre bici y alforjas para un total de 1.443 km.!!! En un país con unos paisajes espectaculares y pedaleando entre glaciares, ríos, cascadas impresionantes, volcanes, montañas nevadas, desiertos, auroras boreales, icebergs y muchas ovejas… Tuvimos de todo: lluvia, frío (algunas nochecitas bajo cero y durmiendo en camping con tienda) y sobre todo lo que más nos perjudicó: EL VIENTO!!! En Islandia siempre sopla el viento, bien podría llamarse “windland” (y no precisamente poniente, sino un fresquito polar que te corta la cara), cuando te da de frente es imposible avanzar, y nunca nos dio a favor. Hay que estar preparado psicológicamente para enfrentarse a él con la bici a todas horas. El clima nunca nos dejó disfrutar al máximo (aunque ahora no nos acordemos de los malos momentos); es muy inestable, te cambia en cuestión de minutos (los locales dicen que si no te gusta este tiempo espera 15 minutos y empeorará…). Recomendable aprovechar cualquier momento que se pueda para hacer una foto porque dada esta climatología no se repetirá. Se pueden dar las 4 estaciones en cosa de media hora, imposible predecirlo. El hombre del tiempo lo tiene difícil. Pero ante tanta adversidad siempre hemos tenido la recompensa de estar rodeados de la naturaleza más pura que jamás he visto, en un país en el que el impacto humano todavía no ha llegado. Contemplar tan a diario la belleza de sus paisajes puede hacer que te “malacostumbres” y que puedas perder la capacidad de impresionarte, pero no fue así en nuestro caso. No había día que no nos quedásemos atónitos con alguna imagen y que aún hoy seguro conservamos los tres en nuestras retinas. País donde todo es carísimo, junto con Suiza y Noruega el más caro de Europa, y a buen seguro de los más caros del mundo. Posee la 5ª renta per cápita más alta del mundo y la esperanza de vida es también de las más altas del planeta. Pero gracias a nuestro medio de locomoción, ecológico y barato, pudimos ahorrar algo de dinero durante las casi tres semanas allí.
Tuvimos la suerte, aunque por poco, de no pasar ninguna noche al raso, ante la imposibilidad a veces de montar las tiendas debido a la lluvia y al viento, y sin tener cerca ningún techo, hostal o cobertizo donde poder tirar los sacos unas horas. Moralmente te puedes venir abajo estando con el cuerpo entumecido del agua y del frío.
Incluso en alguna ocasión pudimos aprovecharnos y constatar la amabilidad y hospitalidad extremas de los islandeses, todo un ejemplo.
Islandia es un país de contrastes y con muchas peculiaridades. Carece de industrias, por lo que carece de polución. Incluso en los puestos de souvenirs venden aire enlatado, queriendo mostrar así a los visitantes la pureza de su atmósfera y el orgullo que sienten por ello. Las únicas chimeneas son las de las centrales geotérmicas, extendidas por todo el país, y que sueltan humo blanco que no es más que vapor de agua.
Su potencial turístico es descomunal, y gracias a su climatología está a salvo de la masificación. A lo que es hoy su capital, Reykjavík, llegaron los primeros vikingos en la antigüedad. Es la capital más septentrional del mundo, y en ella celebramos con unas cervezas el último día la consecución de nuestra particular gesta, después de tantas jornadas de camping gas a base de pasta, sopitas, barritas, chocolatinas y muchos capuccinos, nuestros mejores aliados contra el frío. Reykjavík tiene las 2/3 partes (unos 180.000 habitantes) de la población total de la isla, lo que demuestra el alto nivel de despoblación fuera de los pocos núcleos urbanos.
Además, el parlamento islandés, fundado en el año 930 d.C., es el más antiguo del mundo. Algunos detalles más: en julio nunca se hace de noche (nosotros viajamos en agosto), apenas hay árboles en toda la isla, el agua es potable en todos los sitios y a menudo sale caliente de los grifos (procedencia volcánica), el ganado (ovejas y caballos) está suelto por todas partes, el nivel de vida es muy alto y casi todo es importado. El 98% de la población es de origen celtico-noruego.
La actividad geotérmica y volcánica es muy alta en toda la isla, lo que hace de Islandia una verdadera olla a presión a punto de estallar en cualquier momento, con algunos volcanes aún activos. Posee el glaciar más grande de Europa, el Vatnajökull, y a través de ella cruza la línea de separación de las placas tectónicas de Europa y América.
En definitiva, fue un viaje para no olvidar y que nos permitió conocer a base de pedal el país. A los interesados os recomiendo la experiencia y que visitéis este inhóspito, gélido y bonito país, que mejor llamarlo “NICELAND”.
Jorge, Carlos y Nacho. ISLANDIA EN BICI - 13-31 AGOSTO DE 2007
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